Banfield superó a un equipo condenado a la derrota

El Matador jugó un aceptable primer tiempo pero la diosa fortuna le fue esquiva nuevamente y no sacó ventaja. En el complemento se equivocó en el inicio, Banfield supo aprovecharlo y se quedó con el triunfo. Es la quinta derrota de un equipo que pareciera estar condenado a seguir perdiendo.

El clima en Tigre esta espeso. Las cuatro derrotas a cuestas pesan y mucho. Rumores y más rumores acechan la tranquilidad interior. Lo único que podía calmar las aguas era un triunfo. Del otro lado iba a estar un Banfield alternativo y eso dejaba la gran chance de poder conseguirle pero la tarde traía sorpresas. Ni bien llegó el plantel de la visita a Victoria y cuando ingresaron al precalentamiento las caras mostraban un equipo titular. Más allá del desgaste de su partido por Copa Libertadores en Brasil el pasado jueves, Julio César Falcioni decidió poner todo y en este presente del Matador se presumía un final como finalmente sucedió pero la realidad es que Tigre estuvo a la altura pero terminó corriendo la misma suerte de los últimos tiempos.
El primer tiempo del Matador fue uno de los mejores de los partidos de la racha negativa. Jugó mejor que su rival y estuvo muy cerca de llegar al gol. Diego Castaño y Rubén Botta estrellaron sendos remates desde afuera en los palos pero cuando estas de malas estas de malas. Es cierto, se vieron un par de errores defensivos que le permitieron a Banfield marcar también, pero en el trámite Tigre mostraba otra cara y hacía esperanzar a sus hinchas. Lamentablemente todo se cayó en el segundo tiempo.
Ni bien comenzó el complemento y en una sola jugada se esfumó todo. No habían pasado dos minutos y Carlos Fondacaro pierde una pelota en ofensiva, Claudio Pérez también pierde una pelota increíble y Pablo Fontanello comete un claro y torpe penal. Gol de Rubén Ramirez y Tigre empezó a recorrer el mismo camino de los últimos partidos. Si todavía había alguna esperanza Roberto Battión la terminó de enterrar con el gol que convirtió. Lamentablemente los minutos siguientes solo sirvieron para mostrar toda la impotencia de un equipo que pide a gritos depuración. Más allá del gol de Braian Rodríguez en el final y la posibilidad del empate en el tiro libre de Rubén Botta en tiempo de descuento, lo cierto que más allá del resultado final este equipo no da para más y empieza a llegar la hora de replantear todo y volver a empezar.