El intendente de Tigre, Sergio Massa, disertó en la mesa titulada “Recambio Generacional en la Política” que se realizó hoy en la sede de la Fundación OSDE.
Compartieron el estrado con Massa otras personalidades de la política latinoamericana como el diputado del Partido Nacional de la República Oriental del Uruguay, Luis Lacalle Pou, y Marco Enriquez-Ominami Gumucio, Diputado de la República de Chile entre 2006 y 2010; candidato a la Presidencia en 2009. y presidente del Partido Progresista.
Entre otras reflexiones, Massa expresó “en nuestra región, el discutir recambio generacional, la distribución del ingreso o el rol del poder económico más allá del poder político, tiene que ver con una cuestión central que es la consolidación de los procesos democráticos en América Latina. Nadie de 40 años de Argentina, de Chile o de Uruguay piensa que la solución frente a un problema en su país sea golpear la puerta de los cuarteles; creo que este avance de nuestra región es un cambio sideral, porque los menores de 40 años son el 50 o 60 % de la población. Los que irrumpen hoy con esta edad desde la política o desde el escenario electoral en los distintos países, son todos hijos de la democracia”
“Hoy hay un problema de legitimidad producto del desarrollo tecnológico. Cuando analizaba por dónde vienen los desafíos para el futuro de nuestra generación, pensé que hay dos temas centrales para entender lo que pasa en nuestra sociedad y que parten de la tecnología y la comunicación como cambio sustancial en las relaciones sociales; una noticia por el impacto y la capilaridad que tiene en materia informativa en nuestras sociedades, producto de la extensión de las distintas herramientas de comunicación, hace que la legitimidad de un gobierno pase de un día para el otro de positivo a negativo. La legitimidad electoral tiene hoy, además, una exigencia que es la legitimidad de gestión. Creo que es algo positivo y no una crisis de representatividad, porque eso quiere decir que hoy los que gobiernan y los que tienen la responsabilidad de control tienen la enorme tarea de rendir examen ante la sociedad todos los días”.
“El otro tema tiene que ver con la mano de obra. A medida que la tecnología avanza vamos perdiendo mano de obra, horas de ocupación humana y eso genera inexorablemente tiempos de ocio y también problemas desde el punto de vista de la distribución del ingreso y desde lo social”
“Que hacemos con estas democracias que permanentemente se plebiscitan, y con la distribución del ingreso en un mundo que por la industrialización o por el crecimiento económico el nivel de mano de obra es menor que hace años atrás; que hacemos con los gravámenes, porque la tecnología tiene que mantener los niveles de igualdad y convivencia de nuestras sociedades, encontrándole límites desde lo impositivo que permita generar herramientas de redistribución del ingreso”.
“La tecnología está cambiando nuestras formas, nuestra cultura y el Estado y sus reglas no están preparados para armar barreras que permitan que el Estado y la política puedan establecer mecanismos que contribuyan a mejorar la situación de la gente que va a ir quedando en el camino por el avance de la tecnología. La discusión es qué derechos sociales nuevos vamos a generar frente al avance de la tecnología”
“Es cierto que mucho gobierno, mucho Estado imposibilita pensar, elegir, arriesgar, quita posibilidades de equivocarse o acertar, marca senderos; pero poco o nada de Estado genera el “sálvese quien pueda” y en las democracias modernas y en consolidación, que tienen siempre el poder económico como riesgo, sometiendo al poder político a tener un Estado ausente genera desigualdad. Hay que encontrar un punto de equilibrio”.
“Me pregunto que es ser joven en términos de gobierno, de gestión, y creo que la clave está en la audacia, el coraje, la voluntad, el esfuerzo de alguien con la pasión de la juventud, pero es imposible si la audacia no se acompaña de prudencia, si a la pasión no se acompaña de equilibrio, llegando a un punto que tomando lo mejor de la franja etaria, de cada sociedad, se construya el equilibrio que la sociedad necesita para desarrollarse armoniosamente. Como generación que expresa diálogo, convivencia, que no vive de las contradicciones del pasado, tenemos que tratar sobre todo de expresar en esta región el aprender de y escuchar al otro, imponerle ideas no con la fuerza, sino por la capacidad de convencer. Tenemos q hacer el esfuerzo para que para adelante nuestra región, nuestra generación, exprese diálogo, convivencia y de alguna manera equilibrio, calidad de vida y por sobre todo prosperidad y sustentabilidad en el ambiente en que vivimos”.
“El desafío más importante que tenemos es que las democracias se consoliden como generación por lo que significa el poder económico como amenaza. El problema no es el nacionalismo, o el falso nacionalismo o la integración. El problema es que hay asimetrías que a la hora de generar la Comunidad Europea, el Mercosur como títulos no fueron puestas sobre la mesa. El problema son los precios internos frente a esa vocación de funcionar como mercado común en Europa o en América Latina” finalizó Massa.
En la disertación, estuvo presente además la secretaria de Política Sanitaria y Desarrollo Humano del municipio, Malena Massa.
El Ciclo de Diálogo Iberoamericano es organizado por la Fundación OSDE y el Centro de Estudios Estratégicos de Relaciones Internacionales (CEERI), donde jóvenes políticos de Iberoamérica exponen su visión sobre el proceso de recambio generacional y sus perspectivas para la gestión, desde sus propias experiencias al frente de responsabilidades públicas. El objetivo de la actividad, dirigida a público en general, es fomentar el compromiso de las generaciones jóvenes con la realidad nacional e internacional.
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