El Municipio intimó y multó a los barrios Jacarandá y Los Alamos por el
derrame a la vía pública de residuos cloacales y la falta de mantenimiento en
sus instalaciones. Además, la empresa titular de la planta de tratamiento
también fue sancionada por otras irregularidades. Las multas ascienden a $140.000
y se implementaron medidas para la prevención de nuevos derrames.
Durante el pasado mes, el
Municipio de Tigre realizó inspecciones y trabajos en la Avenida de los Bosques
en Rincón de Milberg, debido a la detección del vuelco de efluentes cloacales
en la vía pública. En tal sentido, la Secretaría de Gobierno informó que ya fueron
notificados los administradores de los barrios privados Los Alamos y Jacarandá
de las sentencias por las cuales fueron finalmente sancionadas por encontrarlos
responsables de lo sucedido, según los términos establecidos en el Código
Contravencional de Tigre.
El Secretario de Gobierno, Eduardo
Cergnul expresó: "Las nuevas urbanizaciones deben ser responsables de
los servicios de infraestructura básica que prestan a los vecinos, más cuando
afectan al resto de lo vecinos de Rincón. Por eso, el Municipio controlará y
sancionará a la administración de cada barrio cerrado que falte a esta
obligación".
Por su parte, el Subsecretario
de Faltas, Emiliano Mansilla destacó: “El Municipio llegó a la conclusión de
que el origen de los derrames ocurridos fue la falta total de mantenimiento de
los conductos, que es deber de los barrios tener en buenas condiciones para no
generar estas infracciones. En la decisión, se consideró que este tipo de
hechos constituyen faltas de especial gravedad por las consecuencias que pueden
traer para el medio ambiente”.
Asimismo, el funcionario
agregó “de las inspecciones y controles realizados surgió que la empresa que
explota la planta de tratamiento a la que derivan los barrios no tenía toda la
documentación en regla y que ya había sido intimada por el Municipio por este
motivo. En la sentencia fue multada e intimada a regularizar su situación bajo
apercibimiento de nuevas sanciones. Seguiremos de cerca el tema para controlar
que cumplan”.
Cabe recordar que esta
situación se detectó a través de inspectores municipales de la Subsecretaría de
Control Urbano y Ambiental que constató que dichos efluentes emergían de una
cámara correspondiente al conducto cloacal que conecta los barrios Jacarandá y
Los Alamos a la planta de tratamiento, labrándoles en consecuencia actas de
infracción por arrojo de aguas servidas y deficiencias funcionales.
Ante la falta de acción por
parte de los barrios, y persistiendo el problema, el Municipio utilizó uno de
los camiones desobstructores de la Secretaría de Servicios Públicos y
Conservación de Infraestructura, el cual acudió inmediatamente procediéndose a
la normalización de las instalaciones y a la limpieza de las mismas y de la vía
pública. Los derrames de estos barrios pusieron en riesgo las condiciones de
salubridad e higiene de la población y propiciaron la posibilidad de colapsar
las instalaciones sanitarias de los barrios involucrados, dejando a sus
habitantes sin el servicio de desagües cloacales.
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