Los reclamos de seguridad de vecinos de General Pacheco

La localidad de General Pacheco ha sufrido dos situaciones delictivas fuertes en los últimos meses: el asesinato de dos vecinos. Ello motivó el lógico reclamo de los ciudadanos pidiendo el esclarecimiento de los mismos y mayores medidas de seguridad.
Con este objetivo organizaron concentraciones frente a la Comisaría local que, durante un mes, se concretaron todos los jueves a las 20 hs. y luego se hicieron esporádicas (cada 15 días) hasta dejar de concretarse al mermar la cantidad de asistentes (de casi 300 en la primera a apenas unos 30 en la última).
Hubo otro aspecto que complicó y distorsionó el reclamo: la presencia e intención de efectuar un aprovechamiento político de algunos dirigentes del vecinalismo que gobernó Tigre hasta el año pasado, representado por ediles y ex-funcionarios.
"Recuerden, estas reuniones son únicamente para pedir más seguridad, no son reuniones de política partidaria. Es nuestro derecho, hagámoslo valer...", ha sido la manifestación más escuchada por parte de los vecinos, que se estaban reuniendo cada 15 días en la sede de los Bomberos para redactar un petitorio a las autoridades.
El debate que generó esa intención de efectuar un uso político partidario de un asesinato terminó generando que los vecinos reunidos decidieran que no participe de las reuniones "nadie" vinculado a la política (incluso llegaron a solicitarle que se retire de una reunión a funcionarios municipales que se habían acercado, justamente, para tomar acción ante el reclamo).
Eduardo, vecino de Pacheco Sur, expresa que "...esto fue un error pues es justamente es desde la política donde llegarán las soluciones..." y Marcelo, de El Zorzal, agrega que "...el problema es que algunos querían convertir esto en una protesta opositora, nos quisieron usar y eso indignó a muchos que entonces simplemente dejaron de participar..." y también señaló que "...no podemos desconocer que ahora desde la Municipalidad se ha tomado cartas en el asunto, que hay una clara intención política de ocuparse de la seguridad y nosotros queremos trabajar en conjunto para solucionar los problemas no para criticar por la crítica misma...".
En los últimos días, a raíz del nuevo asesinato producido, se ha reactivado un reclamo que estaba ya aplacado en parte por estas diferencias internas entre los organizadores y en parte porque los presuntos asesinos habían sido detenidos.
"No tiene sentido que protestemos frente a la Comisaría porque el problema no es ni ellos ni la Municipalidad, el problema es que detienen a los asesinos y luego salen demasiado pronto porque la justicia los larga..." expresa Norma, vecina de Pacheco Centro que estuvo en las primeras marchas y agrega "...deberíamos reclamar en la Fiscalía o al Juzgado que son los que tienen que hacer bien su trabajo para sacar de circulación a los delincuentes...".
El pasado miércoles en la reunión de los Bomberos Voluntarios -luego de más de dos meses de debate- se acordó un petitorio sobre seguridad para elevar al Intendente Municipal de Tigre, Dr. Julio Zamora (con copia al Concejo Deliberante) y el jueves se comenzó a hacer firmar en la reunión de reclamo que se realizó, con una importante concurrencia de vecinos, nuevamente frente a la Comisaría de Pacheco, convocada por la esposa del farmacéutico asesinado la semana anterior.
Nuevamente se destacó que el accionar policial, con el apoyo que ahora le brinda la Secretaría de Protección Ciudadana del Municipio de Tigre, fue efectivo ya que se detuvo en pocas horas a uno de los presuntos asesinos pero también es cierto que nadie le devolverá la vida a la víctima.
El Petitorio reconoce que la problemática de la inseguridad no es nuevo ya que se refiere a "...los últimos años..." y, entre otras medidas, solicita algunas polémicas que generan discusiones sobre su efectividad ("...baja de la edad de imputabilidad de los menores a los 12 años para delitos graves..." y "...hacer más rígidas las penas...") y que claramente escapan a la posibilidad de implementación del ámbito municipal (requieren modificaciones en la legislación nacional o provincial pero no se ha considerado remitir petitorios a los legisladores).
También se solicitan acciones que ya se están desarrollando desde la creación de la Secretaría de Protección Ciudadana (operativos sorpresa en boliches bailables, colocación de puestos en entradas y salidas de la localidad -aunque se solicita que sean fijos-, incremento de la presencia policial, provisión de equipamiento y combustible al personal policial) y entre ellas llama la atención el reclamo de "...implementar algún método por el cual se controle el modo de utilización de los insumos y rodados por parte del personal policial..." que indicaría el desconocimiento de los vecinos respecto del tan promocionado sistema de GPS en patrulleros implementado hace meses en Tigre que, justamente, persigue ese objetivo y el de tener un control de los recorridos que se realizan en tiempo real y con datos históricos.
Otros aspectos del petitorio se encuentran en desarrollo (articulación de políticas con otros municipios de la región, políticas públicas de control de la violencia de menores y reinserción de condenados) y algunos requerirán sin dudas participación activa de los ciudadanos (establecer "corredores seguros" para los chicos de las escuelas).
En otra entrada se transcribe el petitorio textualmente.
Tal como manifiestan algunos vecinos y se ha reflejado en el mismo petitorio ("...es nuestro deseo además, poder trabajar en conjunto con ustedes para sentirnos todos parte de un equipo y juntos..."), ha sido sin dudas un error no establecer canales permanentes y regulares de diálogo con las autoridades para trabajar en conjunto lo que lleva al desconocimiento de acciones que se llevan adelante y que requerirían de la activa participación vecinal, sin mezquindades partidistas sino pensando en el objetivo común de generar un mejor ámbito para el desarrollo de la vida cotidiana.
Otra falencia ha sido la incapacidad de generar una organización efectiva por parte de los vecinos que produjo demorar casi tres meses en llegar a un acuerdo sobre el petitorio. Existen muchas organizaciones comunitarias a través de las cuales se pueden canalizar los reclamos y se ha despreciado aprovecharlas generando otro ámbito sin usufructuar la experiencia de quienes ya transitaron un camino similar, ello conspira contra la eficacia que es importante, sobre todo en temas urgentes como el de la seguridad.
Los vecinos no tienen obligación de saber como manejarse pero es bueno que, cuando no lo saben, en lugar de cerrarse a propuestas y escuchar pocas voces, al ser cada vez menos, generen todo lo contrario, un ámbito participativo con todos los actores involucrados (autoridades policiales, municipales, ediles, legisladores, foros de seguridad, patronato de liberados, organizaciones sociales, credos, etc.). Cuando ello no ocurre pasa lo de los últimos encuentros vecinales, aparecen oportunistas que proponen como "soluciones mágicas" vender alarmas como todo remedio ante la inseguridad y se distorsiona el loable objetivo que es simplemente vivir cada día mejor.
Se hace camino al andar y el andar de los vecinos en este complicado tema tiene mucho por recorrer pero se debe comprender que el andar sin tener en cuenta lo ya existente puede derivar en caminar solos y solos, al menos en este tema, difícilmente se llegue a soluciones.

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